El cerdo ibérico destaca por su sabor, textura y como el jamón ibérico precisa de una temperatura adecuada para lograr obtener la máxima calidad en el plato. En este caso, se trata de atemperar la carne que al ser rico en ácidos grasos insaturados, tiene un punto de fusión inferior al de otras carnes, por lo que el proceso de atemperado será más rápido. Una vez esté atemperado, si el uso es plancha es importante utilizar una buena sartén, colocar una pizca de aceite de oliva virgen extra, y cocinar sin pasar excesivamente la carne, para lograr la máxima jugosidad. Salar al gusto preferiblemente con sal en escama. Si el uso es al horno, es preferible marcar previamente por todas las caras a la plancha para sellar el producto y lograr una mejor presentación y calidad del plato. En el horno, cocinar hasta tener en el interior de la pieza una temperatura de unos 58-62 º. Acompáñalo con tu guarnición favorita. Los pimientos del piquillo son perfectos ya que combinan perfectamente con la suntuosidad de la carne.

El cerdo ibérico destaca por su sabor, textura y como el jamón ibérico precisa de una temperatura adecuada para lograr obtener la máxima calidad en el plato. En este caso, se trata de atemperar la carne que al ser rico en ácidos grasos insaturados, tiene un punto de fusión inferior al de otras carnes, por lo que el proceso de atemperado será más rápido. Una vez esté atemperado, si el uso es plancha es importante utilizar una buena sartén, colocar una pizca de aceite de oliva virgen extra, y cocinar sin pasar excesivamente la carne, para lograr la máxima jugosidad. Salar al gusto preferiblemente con sal en escama. Si el uso es al horno, es preferible marcar previamente por todas las caras a la plancha para sellar el producto y lograr una mejor presentación y calidad del plato. En el horno, cocinar hasta tener en el interior de la pieza una temperatura de unos 58-62 º. Acompáñalo con tu guarnición favorita. Los pimientos del piquillo son perfectos ya que combinan perfectamente con la suntuosidad de la carne.